Esta pintura al óleo es una representación onírica que transporta al espectador al mundo interior del artista. Con un fondo azul que evoca la serenidad del cielo o la profundidad del subconsciente, la obra presenta una figura abstracta, formada por elementos naturales como troncos, ramas y hojas, que se entrelazan en una composición surrealista. Los ojos incrustados en la madera parecen observar desde distintas direcciones, sugiriendo una conexión entre la naturaleza y la percepción humana.
A la derecha, un caracol avanza lentamente sobre un terreno terroso, simbolizando el paso del tiempo o la paciencia en el viaje de la vida. Las espirales en tonos cálidos que adornan la figura central podrían representar ciclos, pensamientos recurrentes o el proceso de introspección del artista.
Cada trazo y color en esta obra parece surgir de un sueño o una visión profunda, invitando al observador a interpretar su propio significado y conectar con el simbolismo oculto en cada detalle. La combinación de formas orgánicas y elementos surrealistas crea una atmósfera misteriosa y envolvente, típica de los paisajes que solo existen en el mundo de los sueño.
Dale belleza a tu hogar.
